Ma soeur chèrie [Privado: Seychelles/Canadá]

Dio un pequeño suspiro de cansancio, quizás por el tremendo calor que hacia en aquella pequeña isla y su falta de costumbre por los lugares calurosos. Si definitivamente había hecho bien dejar a su pequeña mascota en casa, ahora estaría peor que él. Sin embargo, podía acoplarse muy rápido y más por el motivo por el que estaba ahí frente a aquella puerta de aquella casa, sólo una visita pero importante pues se trataba de su pequeña hermana menor, Seychelles con quien llevaba ya un tiempo de estar visitando con tal constancia. Tenían mucho en común ambas naciones y eso le alegraba, además la chica era de las pocas que nunca se olvidaba de verlo y reconocerlo como Canadá.

Suspiró, vaya que había sido una mala idea venir con su sudadera roja que siempre usaba cuando el frío era menos intenso, creyó que la necesitaría, ahora veía que estaba equivocado. —No importa, me la quitaré ya adentro— y toco a la puerta esperando una respuesta —Espero estés en casa, little sister.

Tranquilamente la muchacha estaba en casa acababa de hablar con uno de sus ex-tutores,Inglaterra para así hacerle una broma telefonica como solía hacer para molestarlo.

Oyó la puerta y se asomó a ver quien era.Cuando vió que era Canadá se emocionó y se acercó a la puerta para abrirle.
-Mon chère frère quelle surprise!-dijo emocionada para así darle el paso que entrara con ella y le ofreció sentarse viendo que ten'ia calor solo rió adorablemente y le quitó la sudadera para así darle una bebida refrescante y un sombrero que lo protegiera del sol,prendiendo así el ventilador.

Sonrió emocionado al ver que la pequeña estaba en casa, no querría tener que regresar a su casa sin más —Sey, little sister! —entró a la casa de la chica una vez que ella le permitió pasar, las mejillas del canadiense no podían estar más rojas por el calor y como si ella le hubiese leído el pensamiento, le ayudó a quitarse esa molesta sudadera que sólo lo sofocaba cada momento. Dio un gran suspiro de "libertad" ahora podía verse su camisa blanca con una pequeña hoja de mapple en medio de ella.

—Gracias por ayudarme, esa sudadera me estaba matando —rió—siento no haber avisado que venía, lo olvidé por completo— tomó aquella bebida que la chica le ofreció para poder refrescarse, la bebió de inmediato sintiendo como poco a poco su calor corporal se tranquilizaba y una sonrisa tierna pasó por sus labios con aquel sombrero que lo protegería del sol. Tomó su sudadera y la dobló con cuidado, en ese instante un pequeño objeto cayó del bolsillo de ésta —Oh, good, casi lo olvido— lo levantó, era una pequeña cajita azul con un moñito —toma, te... traje un pequeño obsequio, espero te guste Sey.—se lo colocó en sus manos.

La chica solo sonrreía con todo lo que decía y hacía el canadiense.

-Tu no te preocupes,estoy feliz llegaste Mattie,gracias pro venir a verme te extrañaba mucho.-Miró la cajita extrañada pregunto que era y de ahí empezó a abrirla con cuidado para no maltratar ese listoncito.

Sabes que aquí siemrpe hace mucho calor Mattie,no es necesario vengas abrigado como si fuera tu casa,es mas aqui el sol es demaciado insistente.Hizo un ligero gesto de agradecimiento para asi abrirlo ya todo,solo se escuchaba el relojito mover las agujas del relog una pequeña copia del Big Ben de Londres,ya que en su casa igual en Victoria tenía uno.Le emcionaba mucho como siempre tener visitas.

La observaba atentamente como deshacía ese pequeño moño que adornaba la cajita que ya le había entregado a la chica. Sonrió, al ver la delicadeza con la que lo quitaba para no romperlo. Poco a poco lo dejó de lado dejando ver así ese pequeño obsequio que le había traído desde Canadá y no era más que una pequeña pulsera de oro pero tenía detalladas unas pequeñas hojitas de mapple en ella y en medio la palabra "Seychelles" con una fina escritura.

—Do you like it?—preguntó ligeramente nervioso, no celebraban nada, sin embargo le nació mandarle a hacer dicho detalle a su pequeña hermana —Lo... mandé a hacer especialmente para ti.

La chica se sonrojó no solo por el echo de que ese regalito era hermoso sin que no estaba acostumbrada a ver cosas de lujo.No es que le regalaran a menudo objetos de oro.

Sonrió algo apenada poniendoselo y mirando a los ojos su hermano mayor.-Merci beacoup,es un hermoso regalo el tuyo Matthew.-y le dió un pequeño beso en la mejilla esperando ver la reacción timida del mayor.Luego amablemente ofreció unos panqueques que habia echo ellas....si quemados por desgracia habia sacado la forma de quemar todo del inglés aunque quizas algo mejor.Ella no sabía hacerse de cocinar y lo sabía muy bien,sin embargo no podía fallarle asi a un invitado almenos comer algo descente hubiera sido lo ideal,esperaba que los pastelillos no estuvieran tan mal por dentro,pues estaban algo dorados,si eso era.

Sus mejillas comenzaron a arder inmediatamente al sentir aquel cálido y dulce beso en su mejilla. Si, Seychelles siempre era así con él en especial, por el hecho de ser iguales y también por ser el único que la visitaba de vez en cuando después de su padre Francia. Le alegró ver como se colocaba inmediatamente el pequeño obsequio de oro que le había mandado a hacer en su casa.

—M-me alegro mucho que te haya gustado...se te ve muy... lindo— la vio irse a la cocina e inmediatamente regresar con unos pastelitos en un plato —Wow... ¿tu los hiciste?— sin dudarlo tomó uno con su mano para observarlo detenidamente, estaban quemados de afuera justo como los que hacia Inglaterra. Sonrió, pues la herencia, era clara.

Mordió el pastelillo y lo saboreó, si bien si estaba un poco quemado pero sólo era en la superficie, dentro el pan estaba suave y delicioso. Y realmente no era su culpa, lo admitía a él mismo también se le llegaban a quemar algunas cosas —Hmmmm... no está mal... —le sonrió amplia mente—¡esta muy rico, little sister!

La chica sonrió entusiasmada viendo claramente como a él le importaba como se esforzó en preparar eso solo para él.Y eso la animo en verdad pues pensaba envenenarlo por culpa de lo quemado pero al parecer no era tan mala cocinando como lo era el inglés una tragedia viva.

-Me alegro mucho que no pienses que es incomible.-Sonrió timidamente y necesitaba algo que la empujara a seguir hablando con el rubio,no sabía que hacer ahora mas que si tal vez y solo tal vez no era mala idea,regalarle algo que él pudiera llevar en su corazón la comida no era suficiente.

-Esperame Matty no tardo.-Se levantó diriginedose a un mueble buscando algo que poder regalar,no sabía muy bien que podía darle algo unico que una tienda no pudiera sustituirlo con él sabia muy bien que podía comportarse mas tranquilamente,sin problemas de manoseo o de molestarse.

Continuaba comiendo y saboreando aquel panecito que tenía en su mano, el lado quemado ya había sido comido por el canadiense y ahora sin más disfrutaba la suavidad del pan, era dulce con un toque de vainilla y nuez. La herencia del francés podía también notarse mucho por ese sabor tan exquisito.

—De verdad, Sey... está muy rico — le observó como se dirigía a aquel mueble buscando algo con cierta desesperación, no sabía que pero era de seguro importante para ella, tomó asiento en el sofá para esperarle, pensó en ofrecerle su ayuda pero quizá no quería que se enterase de sus asuntos privados. Prefería esperarle mientras continuaba comiendo su pastelillo, le faltaba un toque —disculpa, little sister...¿tienes... miel de mapple?

Si, ese toque dulce y delicioso de la miel de mapple sin duda haría que esos panquecitos mejoraran más su sabor, mucho más de lo que ya eran.

Dejó de buscar se había despeinado de cierta manera uno de sus moños se habian bajado dejando uno de sus mechones sueltos,sonrío ante el chico.
-Oui creo que si ahora te lo traigo-se dedicó a wseguir buscando que podia darle a alguien tan importante como su hermano? su huesped y su hermano mayor ambos herencia francesa e inglesa,ambos se comprendían la primera vez que Francia dio a conocer a su hija con el canadiense con un calido abrazo el chico se había sonrojado y tenía mucha explicación de el porque eso.
Si ella era linda,hermosa se podría decir y agradable esa piel morena le daba un toque mas exotico ahún.

-Terminé! -saco de ahí un moño de colro naranja con una cuerda quería hacer algo quizas un juguete algo para poder recordarla,-cierto el maple.-dejó aquello y regreso con la miel- aqui tienes! -y siguió buscando objetos que tenía regados.

Tomó la miel de mapple en sus manos y abriéndola colocó un poco de dicha miel en el panque, el cual al morderlo saboreó gustoso. No es que al pequeño pan le faltara algo, ya era costumbre del canadiense colocar miel en la comida, en especial en los postres, claro que a los postres del francés nunca les echaba pues él solía mirarlo ofendido. Se rió y buscó a la chica con la mirada, se encontraba aun buscando cosas en aquel mueble. Comenzó a intrigarse un poco más aún al ver como su pequeña cinta resbalaba de su cabello dejando esa parte suelta.

—Sey ¿necesitas ayuda? —se acercó despacio a donde estaba la chica para levantar la pequeña cinta roja que había resbalado de sus mechones castaños —déjame acomodar esto —le dedicó una pequeña sonrisa y tomó el cabello suelto de la chica para comenzar a peinarle.

Le traía pequeños recuerdos, cuando ambos eran pequeños y el francés los llevaba a jugar al parque, la pequeña Seychelles solía despeinarse completamente y al ver aquello llorar pues creía que el francés la regañaría por perder el glamour. Sin embargo, el pequeño Canadá la ayudaba a peinarse acomodando sus pequeñas coletas con esos moños enormes que la hacían verse adorable. —Adorable como siempre —pensó en voz alta sin darse cuenta que aquello había sido escuchado por la menor.

Sus mejillas se habían tornado de un color carmín,debido a como se había expresado en voz alta pero no se sintió ofendida ni mucho menos sino mas bien alagada y a su vez no podía creer que él pensara que ella fuera adorable...

Solo sonrió caracteristico en ella y lo miró-Mattie muchas gracias por tu amable atención pero no era necesario eso...-se acomodó el mechon tras la oreja- será mejor comamos algo Mattie luego buscare eso que te tenía guardado no te asustes...-timidamente se sentó en su lugar y empezó a degustar la comida que hab'ia preparado y vaya que se había eforzado mucho no sabía tampoco mal solo algo quemado pero algo superficial los panecillos por adentro aun eran suaves osease que no era un total fracaso en la cocina como ella pensaba.

Por suerte también era francesa.

-En verdad eres demaciado lindo con migo Matt y me agrada pero no es necesario seas tan bueno,yo no te ignoro entiendo como te sientes me pasa masomenos lo mismo nadie recuerda este grupo de islitas-sonrió- ya estoy acostumbrada.

¡Vaya tonto! había pensado en voz alta sin darse cuenta y claro que pudo notar como aquello había sonrojado a la menor, no era su intención sin embargo, de verdad la veía como su pequeña hermanita menor, tierna, adorable... sobre todo linda. —A-ah... l-lo siento..—se disculpó algo apenado, sabía que no era necesario haberla llamado así, fue un inocente accidente de su parte.

Asintió algo desesperado por el ofrecimiento de la chica intentando amenizar el ambiente que se había creado y sobre todo por que él quería probar la comida que la chica había preparado, ambos tenían esa bendita herencia francesa, pero... su otra parte no les favorecía. —S-si yo creo que sería mejor... comer algo.

Volvió a lo que hacía antes de aquel incidente, comer aquel pan con miel de mapple el cual era delicioso y terminó gustoso escuchando lo que chica comentaba sobre la invisibilidad de ambos lo cual le hizo suspirar —Lo sé, después de papá Francia, eres la única que no ignora que yo estoy aquí pero, me gusta ser así contigo—rió nervioso —supongo que es un poco la educación de England, después de todo yo era el único que le prestaba atención en sus clases de modales mientras Alf hacía berrinches.