Se vino la pachanga! (Libre)

Y aquí estoy, sentado en el taburete del bar de "La ostia azul"
Ostia... ¿ Tendrá que ver con golpes o con eso que te da el cura?
Le mande un E-mail a todos para invitarlos a una fiesta en este bar. Últimamente sentí que me estaba aislando demasiado de los demás y tal vez seria mejor echar lazos con ellos. Siempre veo a los demás reunirse en lugares públicos, divirtiéndose y yo sólo en un rincón, observándolos y fingiendo que no me importaba.
Un día me di cuenta que me estaba convirtiendo en un ermitaño. Uruguay salia seguido... y yo me enojaba porque tenia una vida social y yo no.
Así que, en mi enojo, escribí ese e-mail para que todos sepan que yo también podía ser abierto si lo deseaba.
Hasta ahora, no había llegado nadie. Tan solo estaban los empleados del bar ocupados en sus respectivas tareas.
No se que haría si no se presenta nadie.

Escuche el ruido de la puerta al abrirse y me gire en mi asiento. Era China... o eso creía, últimamente me estaba aislando demasiado. Con mucho temor de llamarlo con un nombre equivocado, agite la mano y le palmee el taburete al lado mio.
¡Bienvenido a mi fiesta! le dije, mientras me levantaba para abrazarlo con mucha fuerza y le pedía al camarero dos Quilmes. Estaba a punto de pedir sake, pero me contuve, no sabia si el era de Japón, China o Corea.... ¿Corea se escribe con C o con K?
Mientras esperaba la cerveza, decidí entretenerlo para que no se aburriera
¿Y... como estuvo tu viaje? le pregunte, con una sonrisa. Tal vez así pueda asegurarme de quien demonios era. Estaba entre los tres países en donde yo creía que venia el sake.
Dios, deberia haber pedido algo mas fuerte. Estaba muy nervioso

Había una fiesta en lo de Tincho y no tenía ganas de ir, en serio estaba con mejores cosas que ir a una fiesta en la que no habría más que cerveza y países emborrachándose hasta no poder caminar.

Ya tenia todo listo para mi velada, iba a ver la tele, una película de Francia, una que me alquile solo por que no la había visto en el cine y no porque me gustara el país o su cine.
No llegue a ver mucho porque mi jefe me estaba llamando para saber si estaba ocupado porque había unos papeles de último momento que tenia que firmar pero si estaba ocupado con algún otro tema de estado iba a poder hacerlo mañana.

Lo pensé unos segundos y la verdad es que ir a una fiesta de Martín era mil veces mejor que el trabajo y pensando en eso le dije que Martín me quería ver. Eso no le gusto mucho por como terminaban mis reuniones con él pero le asegure que iba a haber otras personas y por eso no haría nada.

Como pensé que tenía tiempo me tome el buquebus que tardaba como dos horas en llegar a la capital de él y de ahí un taxi.
Al parecer me equivoque porque ahí estaba con China, país con el que no había hablado pero del que había escuchado en las reuniones.

Con una sonrisa me acerque a ellos, como no estaba solo con Tincho me iba a comportar bien y con esa sonrisa firma dije.
- Hola, Tincho - mirando a China salude - Hola, me llamo Sebastian Artigas, el aliado de este loco - sé que lo estaba haciendo quedar mal pero la verdad es que me parecía muy gracioso.

Era un país muy simpático... lastima que no recordara bien su nombre aun. Miré su canasta que estaba colgada en su espalda con mucha curiosidad.
¿Y que guardas ahí? le pregunte, torciendo un poco la cabeza para ver mejor la canasta Si planeabas quedarte un par de días más, lo hubieses dejado en el hotel.
De repente, se abrió la puerta. Apenas lo vi, supe que era mi uruguayito querido. Me saludó alegremente y saludó también al asiático, presentándose como "el aliado de este loco". Con "este loco" se refería a mi.
Abracé a Sebas y le murmuré al oído ¿Quien es el asiático este?. Mire al de la canasta fijo a los ojos, sin soltarme del uruguayo y le dije:
Aliados y amantes y bese a Sebas apasionadamente hasta dejarlo sin aire con toda la pasion latinoamericana. Una vez separado de el, pedí otra Quilmes para Sebas. Ya que me había llamado loco, iba a comportarme como tal.

Respondí a la pregunta de China con una leve sonrisa - Sé que país representas pero no creo que nos hayamos hablado antes - todavía me faltaba para haberme relacionado con la cantidad de países que a mi jefe le hubiera gustado.

Como el idiota me estaba abrazando y preguntándome quien era el asiático decidí que lo mejor era responderle antes de darle un empujón para alejarlo de mi - Es china idiota - también al oído porque como aliados si él quedaba mal yo también.

Ahí fue cuando el maldito pervertido me beso y para colmo delante de un desconocido, no dude en empujarlo con todas mis fuerzas e ignorando lo que le pasara le hable a China tan rojo como un tomate
- Perdón, somos amantes pero yo no soy de hacer ese tipo de cosas en publico, yo soy más civilizado que este - en serio me molestaba quedar en ridículo, ya lo mataría cuando estuviéramos solos.

Bien, no tengo problemas con los animales, pero los asiáticos podían llegar a tener mascotas extrañas.
No quiero sonar maleducado, pero si es una mascota poco común o en peligro de extinción, tenela adentro de la canasta, porque va a haber problemas si se escapa le dije, con tono serio. Luego sonreí para no parecer un malo de película y agregué, con mas simpatía ¿Y que mascota tenes? Yo en casa tengo una vaca lechera llamada Eva y la quiero mucho
Por suerte, cuando Sebas llego, me aclaró al oído que se trataba de China. Casi me río de alivio.
Sé que Sebas es un poco brusco a veces, pero su empujón cuando lo besé hizo que me clavara el taburete en la parte baja de la espalda y me hiciese un poco de daño. Pude escuchar las torpes excusas que mi uruguayito le daba a China.
No sabés lo que es capaz este en privado, vos me entendes ¿no? le dije a China, guiñándole un ojo. En ese momento, vino el barman con los tres choops de cerveza. Agarré enseguida una y me puse a tomar un sorbo.

¿Cómo fue que me meti en una charla tan bizarra como esa? En serio tengo que dejar de acercarme a Argentina, en serio estoy empezando a creer que nada bueno sale estando con él, por mucho que lo quiera, claro.
- No le creas, él es el que imita a Francia y se siente el conquistador - negando con la cabeza, en serio me gustaba conocer más países y uno tan antiguo como China y su interesante panda que era lo que según escuche algo característico de él.

Cuando llego la cerveza yo la mire con un poco de asco y dije -Hubiera preferido na brahama - lo dije sabiendo que eso lo enojaría.

Pues debía ser un panda bastante chiquito para entrar en esa canasta.
El nombre no es desagradable le dije, aunque a mi me parecía corto de imaginación pero era su mascota, no la mía. Y si él no le había puesto el nombre, no tenia la culpa ¿Que nombre la habrías puesto vos?.
Lo escuche presentarse ante Uruguay y acoté: Me gusta tu nombre. Es como el del basquetbolista Yao Ming
Como era de imaginarse, Sebas había hecho referencia a Francia, cuando no, así que repliqué, para que se pusiera mas rojo que los tomates de España:Al menos soy el conquistador de tu cama. Y al criticar la cerveza, resoplé, enojado Pedila, entonces, no tenes que poner esa cara
China me comenzó a contar sobre una chica que había conocido hace mucho ¿A que te referís con "igual, Yao? ¿Te puedo llamar Yao? le pregunté con mucha curiosidad.

No pude evitar girar los ojos cuando se pusiera a hablar del basquetbolista como si supiera algo del sujeto, la verdad es que eso de hablar sin saber era algo en lo que Tincho era más que experto.

Me puse rojo con el comentario de Argentina y después de dedicarle una mirada de enojo al viejo chino le dije al idiota ¿No hay otro tema que podamos hablar que no sea de nuestra vida sexual? Hay gente que no conoces acá idiota - otra vez rojo tratando de contenerme para no matarlo.
Tome de la cerveza ignorando el comentario de Tincho y cuando China hiciera ese comentario molesto sobre mi apreté fuertemente el puño y con calma forzada respondí.
- No tenes ni idea de como soy - no le iba a permitir que me dijera esas cosas, en serio que poco me estaban respetando.

Tome todo el vaso de cerveza, pero por el momento no quería tomarme otro enseguida.
Yùnquì... suena a "Yanqui" bromeé, pasando el dedo por el borde del choop. A pesar de que eramos solo tres personas, la estábamos pasando bastante bien. Bueno, Sebas estaba bastante rojo y me gritaba sobre que habláramos de otra cosa. Y que conste que no lo pensaba hacer de inmediato. la situación me daba risa.
Al escuchar la explicación de Yao sobre por qué Sebas se parecía a esa chica, no pude evitar soltar una carcajada. Le palmee fuerte el hombro al oriental.
¡Tenes toda la razón! le dije, sin parar de reírme. Me serví otro vaso y le pregunte Che ¿Te la llevaste a la cama a esa chica? arrimándome un poco mas a él.
Pero de repente Sebas le contesto mal a Yao, haciendo que mi estado de animo bajara bruscamente. Mire a Sebas con advertencia. No quería que se agarraran a las trompadas
Calmate, amor, es una joda murmuré por lo bajo.